top of page

La mala madre

Octubre casi casi acaba y si siguen regularmente mis post sabrán que durante todo el mes #ValentinaChancleta vivió conmigo y ahora está a puertas de volver con #LucianaChancleta y su mamá por todo noviembre. Saben también un poco de como esta nueva etapa de nuestras vidas fue tomando forma y como nos fuimos adaptando los cuatro a esta experiencia, pero principalmente lo saben por mí. Conversando y coordinando cosas como siempre hacemos con Nat, le sugerí la idea de escribir y contar ella con sus palabras un poquito de su propia experiencia al respecto. A continuación, este post viene con la participación especial de #MamáChancleta a quien espero poder convencer para próximos aportes a la página, desde ya, gracias colorada, por ser una madre espectacular y un apoyo insuperable!


LA MALA MADRE Valentina se fue hace 1 mes de mi casa, partió. A sus 11 años decidió alzar vuelo, y finalmente accedí a dejarla, la solté, sí señores, la solté, dejé de apretar una rienda que podría haberse roto y no jalé más, me sentí fatal, volví a llorar, a fumar, a no comer bien, a los insomnios, al silencio, no me explicaba como podía estar haciendo esto... ¿Cómo se iba a ir? ¿Qué clase de madre era? ¿En qué cabeza entraba la idea de que los hijos después de la separación viven con su papá? Custodia compartida las huevas!!! Llamé a su papá mil veces para que me la devuelva, me aterrorizaba la idea de la cama siempre tendida y los cajones vacíos. Y es que así somos muchas veces, pesimistas con el futuro, especialistas en el drama... Después de un mes hago el ejercicio de pensar: ¿Qué pasó?... ¿y saben qué? no pasó nada!!! Los miedos locos de mi cabeza, eran solo eso, miedos!!! Esa sensación de no controlarlo todo ya no me aflige, lo he logrado una vez más, me deshice del drama y de la culpa, del remordimiento tonto, de la pena y finalmente el balance de soltar sigue siendo bueno. Ella ha estado completamente feliz, ha desayunado, almorzado y cenado, ha aprendido a tender sola su cama, ha tenido que crecer un poco más, ha tenido valor y perseverancia. Pero lo que más he amado de su partida es su consecuencia. Ha sido absolutamente consecuente con sus decisiones y ha tenido que asumir sus propios actos. Ya casi terminando el mes de su breve vuelo está a punto de regresar, lo que ella no sabe es que la niña que vuelve no es la misma niña que se fue, nunca somos los mismos cuando regresamos. Empieza un mes nuevo para nosotras, una nueva vida, un nuevo día, y no importa cuánto tiempo dure esta intermitencia tengo claro para ella que estoy dispuesta a dejarla partir con amor, y a recibirla con amor, porque ella no es de mi propiedad, el amor suelta, se desprende y no desaparece con la distancia o con el tiempo. Ella solo vuelve a casa, porque de mi corazón no se movió ni un poquito. Bienvenida pequeña guerrera valiente! Bienvenida pequeña Valentina Guerra! Te ama, mamá!

Papá Chancleta

Mi nombre es Said Guerra, aunque hay quienes me llaman también por mi segundo nombre que es Jonathan, tengo 38 años.

Administrador de empresas de profesión, con un posgrado en gestión de procesos, además dirijo la gestión de Recursos Humanos en una empresa privada.

Tengo pasatiempos variados como: leer, escribir, ir al cine, al teatro, adoro los tatuajes, me gustan los perros y también los gatos, colecciono juguetes en miniatura y me apasionan las series como Game Of Thrones, The Walking Dead, The BlackList, etc.

Pero por sobre todas las cosas amo a mis hijas, mi vida gira en torno a ellas y lo disfruto casi casi demasiado.

Las chancletas son dos niñas hermosas, hijas de padres separados que se llevan o intentan casi siempre llevarse bien en beneficio propio pero en especial en beneficio de ellas.

Nuestros Amigos
bottom of page