top of page

Química...

En días anteriores, a través del fanpage que tenemos en Facebook planteé una prueba de honestidad para padres, tenían que responder en base a su experiencia si existe o no el famoso “hijo preferido”. Hubieron varias opiniones, todas respetables, algunos dijeron que no, varios dijeron que sí y muchos otros opinaron que no es preferencia sino afinidad o simplemente compatibilidad.

Bueno pues, me parece justo para quienes comentaron (y para los que sólo leyeron y prefirieron el silencio) recibir mi opinión al respecto.


Sí, hoy que soy padre debo reconocer que eso que algunos llaman preferencia y otros afinidad entre un hijo y otro existe, yo lo llamo QUÍMICA y no se trata de amar más o menos, se trata de ese ligero friecito que pasa por tu cuerpo cada vez que miras a los ojos a esa niña, se trata de esa sonrisa involuntaria que aparece en tu rostro cuando la vez sonreír, se trata de esa corriente deliciosa que transita por tu pecho cuando la miras dormir y no entiendes como puedes sentir tanto por esa persona, se trata de ese brillo en los ojos cada que hablas de ella… soy el segundo de cuatro hermanos, y durante años le reprochamos a mamá “las preferencias” que tenía con “el negrito”, situación que evidentemente mi madre siempre negó pero que jamás fue buena para ocultar, aun así por años quisimos creer que era cierto, que no se puede preferir a uno sobre el otro, pero sí, sucede algo parecido a eso y no está bien dejar que esa conexión te haga actuar injustamente o inclinar la balanza hacia una u otra.


Dios sabe que tengo una relación “casi perfecta” con ambas chancletas, que mi vínculo con cada una de ellas es indestructible, que tenemos una confianza gigantesca, que me lleno de orgullo por ambas, que inflo el pecho y babeo por cada una frente al mundo, que las corrijo y reprendo con amor en cada situación que lo amerita, que comparto con ellas sus principales momentos, que las cuido y protejo a cada instante, que somos socios en sus planes, que somos cómplices en sus ideas, que mi tiempo es suyo, que mi amor les pertenece y que mi vida está en sus manos por los siglos de los siglos… aun así, la química existe y ha conspirado para que con una en particular congeniemos de una forma cuando menos peculiar…

Papá Chancleta

Mi nombre es Said Guerra, aunque hay quienes me llaman también por mi segundo nombre que es Jonathan, tengo 38 años.

Administrador de empresas de profesión, con un posgrado en gestión de procesos, además dirijo la gestión de Recursos Humanos en una empresa privada.

Tengo pasatiempos variados como: leer, escribir, ir al cine, al teatro, adoro los tatuajes, me gustan los perros y también los gatos, colecciono juguetes en miniatura y me apasionan las series como Game Of Thrones, The Walking Dead, The BlackList, etc.

Pero por sobre todas las cosas amo a mis hijas, mi vida gira en torno a ellas y lo disfruto casi casi demasiado.

Las chancletas son dos niñas hermosas, hijas de padres separados que se llevan o intentan casi siempre llevarse bien en beneficio propio pero en especial en beneficio de ellas.

Nuestros Amigos
bottom of page