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Hace 20 años...

Hace 20 años desperté de una forma en que no hubiera querido despertar jamás, solo, tratando de ubicar en qué lugar me encontraba, oyendo fuertes golpes a los vidrios de una ventana… caminé adormilado, absolutamente desorientado hacía el lugar de dónde provenía el ruido y vi aquella ventana cuyos vidrios no dejaban de sonar... de pronto vi una silueta conocida pero extraña en ese lugar que ahora ya reconocía, ¿Qué hacía Juan Chávez en casa de mamá?, ¿Qué hacía yo ahí? ¿Dónde estaban los demás???

Abrí la puerta aún medio dormido, con duda y con sorpresa dije: - Señor Juan, ¿qué hace usted aquí? – discreto, cauto, reservado y calmado, como siempre fue Juan Chávez me dijo: vine a buscarte porque tu papá ha tenido un accidente... quizá fue la tranquilidad con la que lo dijo, o quizá el hecho de que aún no despertara del todo, el asunto es que a mí, todo me hizo pensar en un accidente doméstico: una caída, un golpe, tal vez una fractura, no pasó por mi cabeza ni por un segundo que papá hubiese muerto, pero así fue, fue un accidente automovilístico en el Km. 24.5 de la Panamericana Sur, él tenía sólo 41 años, su salud estaba perfecta, fue manejando el carro de un "amigo" para hacerle un favor, mi primo Freddy de 28 años que por aquel entonces vivía con nosotros iba con él y también murió, nadie lo esperaba, menos yo.

Podría y hacer de esta, una historia larga y triste, debido a todo lo que vino tras de ese accidente, pero yo prefiero remitirme a otro pensamiento que aún me da vueltas la cabeza sobre aquel día, mejor aún sobre la noche anterior a ese día… por aquellos tiempos yo vivía con papá, Lucy y Freddy, íbamos y veníamos los cuatro juntos para todos lados sin excepción, éramos felices, éramos un equipo muy unido, por aquellos tiempos yo con 18 años cometía más errores de carácter que hoy, por aquellos tiempos yo peleaba mucho con mamá y una de esas peleas me alteró más de la cuenta con ella, el culpable indudablemente fui yo y papá lo supo, así que aquella noche antes del accidente me mandó a arreglar los problemas con mamá, yo orgulloso como era no quise, pero él me mandó a disculparme y a hacerme cargo de mi error, lo hice y me quedé a dormir esa noche en casa de mamá y de mis hermanos y no con papá como tenía acostumbrado, por esa razón no estuvimos juntos la noche del accidente, por esa razón no los acompañé como siempre lo hacía, por esa razón quizá siga vivo…

Este relato podría tener un sinfín de enfoques, respetables todos, yo prefiero pensar que hasta el último de sus días y aún de forma inconsciente mi papá, quien era el ser más maravilloso del mundo y la persona más conectada conmigo en el planeta, encontró la forma de protegerme, como siempre intentó proteger a todos sus hijos a pesar de cualquier error que pueda haber cometido y que evidentemente no me toca a mí juzgar.

Descansa en paz Guerrita, no tengo palabras orales o escritas para poder demostrar cuánto te extraño y cuánta falta aún me haces… te recuerdo siempre, te respeto siempre, te amo siempre, Vale y Lu no te conocieron, pero me encargué de que te amen tanto como yo.

Papá Chancleta

Mi nombre es Said Guerra, aunque hay quienes me llaman también por mi segundo nombre que es Jonathan, tengo 38 años.

Administrador de empresas de profesión, con un posgrado en gestión de procesos, además dirijo la gestión de Recursos Humanos en una empresa privada.

Tengo pasatiempos variados como: leer, escribir, ir al cine, al teatro, adoro los tatuajes, me gustan los perros y también los gatos, colecciono juguetes en miniatura y me apasionan las series como Game Of Thrones, The Walking Dead, The BlackList, etc.

Pero por sobre todas las cosas amo a mis hijas, mi vida gira en torno a ellas y lo disfruto casi casi demasiado.

Las chancletas son dos niñas hermosas, hijas de padres separados que se llevan o intentan casi siempre llevarse bien en beneficio propio pero en especial en beneficio de ellas.

Nuestros Amigos
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