top of page

¡K.O.!

“La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. La victoria tiene algo negativo jamás es definitiva” José Saramago

¡Me rindo!, estoy agotado, sin fuerzas, sin ganas, tristemente debo reconocer que ya no puedo más, que he sido vencido por las circunstancias y que pueden contarme hasta mil si quieren pues siento que ya no me puedo levantar.


¿Hasta cuándo?, estoy esperando el momento en que la vida por fin diga: “ok, éste huevas ya entendió”, no sé qué más debo pasar, si en el álbum de figuritas de los pesares creo tener todas: estafas, robos, pérdidas de dinero, asaltos, golpes, choques, rechazos y mucha frustración… además, díganme ingrato o mal agradecido si quieren, pero estoy harto de las mismas frases: “por algo pasan las cosas”, “son pruebas de vida”, “mañana será otro día”, “ya pasará y luego te reirás de todo esto”, “sólo son pérdidas materiales”, “Dios le da las peores batallas a sus mejores guerreros”…no pues a menos que Dios quiera hacerme pelear con Gokú Super Sayayin Dios Rojo esto no tiene sentido, ninguna de esas frases termina siendo alentadora cuando la vida te da y te da y te vuelve a dar de golpes por todos lados, cuando quieres avanzar y apenas parece que estás camino a salir, vuelve a cogerte del pescuezo, dejándote sin aire y no conforme con eso te vuelve a jalar hacia abajo y te estrella con tanta fuerza que además del dolor por el golpe, sientes tremenda humillación como si se burlara de ti gritando “ahorita no joven, no vas a salir, tu destino es fracasar”.


Si este es mi castigo por renunciar al trabajo estable de oficina buscando nuevos caminos, ok, lo acepto, APRENDÍ LA LECCIÓN, pero ya basta, todo intento nuevo termina no sólo no funcionando sino que además trae agravantes, secuelas y perjuicios que no me regresan únicamente a mi estado inicial, sino que me formatean y me dejan mucho más atrás, como si fuera poco, exponerme vez tras vez con el fracaso de todo nuevo intento termina haciéndome sentir con la autoestima por el subsuelo, sin confianza en mí ni en mis capacidades, más flaco y más ojeroso que nunca, lleno de granos, desesperado y cayendo en cuenta que eres la peor versión de ti mismo para todo, y si no eres aceptable para ti mismo, mucho menos lo serás para los demás, ¿quién va a apostar por ti?, ¿quién va a darte empleo?, ¿quién va a invitarte a algún sitio?, ¿quién va a invertir contigo?.


En este camino oscuro y fangoso no veo luz al final, pues ni siquiera sé si estoy en algún camino, y mucho menos sé si existe algún final cerca, termino sin saber en dónde estoy y por ende que dirección tomar, caí en cuenta que tengo poco o nada de certeza sobre qué soy, si administrador, jefe de recursos humanos, bloguer, emprendedor, consultor, repartidor de mercadería o conductor de aplicativo para transporte particular, me miro a diario y es triste reconocer que no sé lo que soy, en ese instante cierro los ojos y ruego que suceda lo que suceda no llegue al punto de olvidarme también quién soy.


Si alguien conoce el botón del RESET, presiónelo ahora, porque yo ya no puedo.

Papá Chancleta

Mi nombre es Said Guerra, aunque hay quienes me llaman también por mi segundo nombre que es Jonathan, tengo 38 años.

Administrador de empresas de profesión, con un posgrado en gestión de procesos, además dirijo la gestión de Recursos Humanos en una empresa privada.

Tengo pasatiempos variados como: leer, escribir, ir al cine, al teatro, adoro los tatuajes, me gustan los perros y también los gatos, colecciono juguetes en miniatura y me apasionan las series como Game Of Thrones, The Walking Dead, The BlackList, etc.

Pero por sobre todas las cosas amo a mis hijas, mi vida gira en torno a ellas y lo disfruto casi casi demasiado.

Las chancletas son dos niñas hermosas, hijas de padres separados que se llevan o intentan casi siempre llevarse bien en beneficio propio pero en especial en beneficio de ellas.

Nuestros Amigos
bottom of page