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Recuerdos de papá - Capítulo 1

Queridas chancletas,


Hoy ando nostálgico, de pronto vinieron a mi mente gran cantidad de recuerdos relacionados con ustedes, el tipo de recuerdos que difícilmente pueden (o deben) ser capturados por equipos tecnológicos debido a las circunstancias en que suceden, instantes con una carga tan intensa de emociones que sólo la memoria es la privilegiada de poder contenerlos y atesorarlos de por vida.


Así que, como no quiero que estos momentos desaparezcan conmigo en algún momento, decido compartirlos con ustedes, aderécenlos con un poco de imaginación y una pizca de sus propios recuerdos y les aseguro que conseguirán escenas tan reales que quizá logren sentir lo que yo sentí.


¡Estoy embarazada!


Contigo Vale fue una sorpresa, de esas que te dejan temblando y tartamudeando, sintiendo un remolino de emociones en el pecho, jamás había sentido tantas cosas al mismo tiempo: felicidad, amor, preocupación, temor… abracé a tu mamá, cerré los ojos, sentí un par de lágrimas caer mientras ella me aseguraba que estaríamos bien, y era cierto, tú no viniste con un pan bajo el brazo, tú te trajiste la panadería entera.


Lo tuyo fue diferente Lu, casi fuiste programada con calendario, pero no por eso la noticia de tu llegada careció de emociones, todo lo contrario, tu llegada también tuvo felicidad, pero además orgullo, satisfacción, esa maravillosa sensación de saber que lo logramos, fuiste ese gol en la final del mundial que todo delantero sueña con anotar.


Nacimiento


Vale, estabas programada para los primeros días de abril, pero terminaste naciendo casi a fines, te programaron hasta 3 veces más, a la tercera, tu mamá fue absolutamente decidida y dijo: “Doctor, yo no me voy de aquí sin mi hija en brazos, no importa lo que diga”. La internaron 8 am de ese mismo día 19, la indujeron toda la tarde y toda la noche, pero tú, ¡nada!, finalmente tras todos los esfuerzos decidieron usar el bisturí y te sacaron el 20, fui a verte muerto de ansiedad, el papapa competía conmigo por ser el primero en cargarte (lo odié), llegué y te vi tras el vidrio, no necesitaron decirme cual eras, lo supe apenas te vi, mi corazón era una máquina, golpeaba y golpeaba hasta que la enfermera salió y me dijo: ¿desea entrar y cargarla?, te cargué y me sentí el hombre más feliz de la galaxia, ningún momento de mi vida fue igual a ese, me sentí capaz de todo, indestructible.


Lu, tú al igual que Vale naciste el día que tu mamá lo decidió, contigo fue más fácil programarse pues había sido previamente cesareada, pensarás que eso le quitó la emoción a tu nacimiento, pero no, ella eligió para tu nacimiento el 21/01 fecha en que muchos años atrás ella y yo decidimos ser enamorados, fuiste el mejor regalo de aniversario del mundo, esta vez fui al hospital acompañado por Vale quien se escapó de las enfermeras y se escondió bajo una camilla para entrar a verte, al rato entré yo, estabas con tu mamá en la habitación, contigo entré en teoría más cuajado, más consciente de lo que me tocaba pasar, pero no, a diferencia de la vez que conocí a Vale y me sentí indestructible, contigo me pasó lo contrario, te cargué, te miré, te olí, cogiste mi dedo con tu pequeña mano y me desarmé, nunca en mi vida me sentí más rendido con nadie como contigo el día que te conocí...


La fuckin moneda

Ay flaca hermosa, este recuerdo fue de terror, de hecho lo conoces porque te hemos hablado mucho de él, y aún guardamos tu radiografía como testimonio, que miedo que pude sentir, que desesperación, mira que tener poco más de 1 año y tragarte una moneda de 10 céntimos, por suerte la moneda se quedó en tu garganta en vertical y no en horizontal, por suerte tu mamá notó que algo andaba mal, por suerte no le hicimos caso al primer médico que nos dijo que estábamos locos y fuimos a hacerte la radiografía por puro instinto, por suerte bastó con una endoscopia y 4 médicos sujetándote para quitarte la fuckin moneda.

Esas eran buenas noches

Podrás haber crecido y podrán haber cambiado las cosas con mi querida Luli, pero más allá del cansancio no sabes la felicidad y orgullo que me daba que solo quisieras dormir conmigo, en mi pecho, en mis brazos, haciéndote cariño, me levantaba con gusto en las madrugadas y lo volvería a hacer mil veces, recuerdo esa época con una sonrisa en el rostro.

…continuará!

Papá Chancleta

Mi nombre es Said Guerra, aunque hay quienes me llaman también por mi segundo nombre que es Jonathan, tengo 38 años.

Administrador de empresas de profesión, con un posgrado en gestión de procesos, además dirijo la gestión de Recursos Humanos en una empresa privada.

Tengo pasatiempos variados como: leer, escribir, ir al cine, al teatro, adoro los tatuajes, me gustan los perros y también los gatos, colecciono juguetes en miniatura y me apasionan las series como Game Of Thrones, The Walking Dead, The BlackList, etc.

Pero por sobre todas las cosas amo a mis hijas, mi vida gira en torno a ellas y lo disfruto casi casi demasiado.

Las chancletas son dos niñas hermosas, hijas de padres separados que se llevan o intentan casi siempre llevarse bien en beneficio propio pero en especial en beneficio de ellas.

Nuestros Amigos
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