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Hoy

Mi niñez no tuvo muchas oportunidades, tristemente sucedió en la que fue quizá, la peor crisis del Perú, por lo tanto, no fue solo la edad, sino también la coyuntura, agravada además siendo el segundo de cuatro hijos de un matrimonio en ruinas. No pude elegir nada, ni que comer, ni como vestirme, mucho menos donde vivir o estudiar, aunque en estos dos puntos me fue muy bien, hasta que, sin tampoco poder decidirlo yo terminaron y tocó adaptarme a nuevos lugares. Mi adolescencia no fue mejor, fui rebotando entre colegios, y empecé a trabajar muy joven para ayudar en casa, así, mientras mis amigos estudiaban, toneaban y conocían del amor adolescente, yo trabajaba como cobrador de combi y vendedor ambulante, esperando con ansias los 18, que traerían para mí, la libertad necesaria para tomar mis propias decisiones. Tristemente la mayoría de edad vino acompañada de la muerte de papá. No reniego de mi vida, aunque difícil, cada paso que di, me trajo al lugar donde estoy hoy, y claro que de las carencias se aprende, pero si no calibramos bien las cosas, corremos el riesgo de ir por la vida creyendo que debemos aceptar "lo que nos tocó", y muchas veces eso pudo ser el inicio de algo mucho mejor, solo que no lo vimos por ese exagerado conformismo. Las carencias me enseñaron a valorar las cosas, la ruptura de mis padres a conocer y refugiarme en la lectura, la muerte de papá me enseñó de la familia y así fui quedando listo para ser luego un mejor padre, en resumen, cada situación vivida me preparó para algo mejor. Aún así, tardé en comprender algunas cosas, y me perdí, creí que mi felicidad estaba en hacer felices a los demás, en ceder yo para que los otros estén bien, y no, olvidarme fue un error, uno que me hizo una persona tóxica e infeliz. Hoy trato de enmendarlo, eligiendo por mí, haciendo las cosas que disfruto, yendo al cine solo, haciendo ejercicios o navegando aquí, entre textos, fotos y entrevistas. Porque las oportunidades hoy, me las creo yo, y porque si quiero llegar a ser feliz con alguien, primero debo disfrutar y ser feliz conmigo mismo. Mi día es hoy, y el tuyo también!

Papá Chancleta

Mi nombre es Said Guerra, aunque hay quienes me llaman también por mi segundo nombre que es Jonathan, tengo 38 años.

Administrador de empresas de profesión, con un posgrado en gestión de procesos, además dirijo la gestión de Recursos Humanos en una empresa privada.

Tengo pasatiempos variados como: leer, escribir, ir al cine, al teatro, adoro los tatuajes, me gustan los perros y también los gatos, colecciono juguetes en miniatura y me apasionan las series como Game Of Thrones, The Walking Dead, The BlackList, etc.

Pero por sobre todas las cosas amo a mis hijas, mi vida gira en torno a ellas y lo disfruto casi casi demasiado.

Las chancletas son dos niñas hermosas, hijas de padres separados que se llevan o intentan casi siempre llevarse bien en beneficio propio pero en especial en beneficio de ellas.

Nuestros Amigos
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