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Volcanes dormidos...

Hey chancletas,


Este post contiene un mensaje, uno que no busca ser oculto, sino más bien claro y fácil de entender para ustedes, un mensaje que va más allá de la crítica ácida o del sarcasmo hiriente, que aunque aparezcan algunas veces, terminan siendo parte de un estilo y no por eso cambian la realidad de dicho mensaje.


Sepan que hubo una época, en que mi proyecto de vida feliz empezó a desarmarse, y no supe manejarlo, al principio parecía algo normal, todas las parejas tienen diferencias, todas las parejas pelean, todas las parejas se cansan en algún momento… luego en algunos momentos… después en varios momentos… más tarde en muchísimos momentos… y finalmente en todo momento.


Tristemente en la gran cantidad de casos, por no decir en todos, los responsables de esta creciente disconformidad terminan siendo los mismos integrantes de la pareja –por muchísimas razones– porque elegimos a ese alguien por las razones incorrectas, o porque aun identificando nuestros errores somos incapaces de trabajar para solucionarlos y seguimos cometiéndolos, o porque estamos acostumbrados a no hablar para solucionar las cosas, reconociendo faltas y pidiendo disculpas, sino que esperamos a que el calor baje para retomar nuestra vida como si nada, dejando los problemas sin resolver como volcanes dormidos que tarde o temprano harán erupción, o porque pensamos que las cosas o personas cambiaremos, o porque callamos o cedemos tanto que dejamos de ser quienes somos realmente perdiéndonos completamente en el camino, o porque nos embarazamos para darnos un nuevo motivo para estar unidos, o porque queremos mantener a la familia unida así esta unión sea una fractura pegada con babas, o peor aún porque ya nos rendimos hace tiempo y no tenemos el valor para terminar la relación por las razones correctas, buscando en muchos casos un detonante más grande que justifique el fin, vendiéndonos en el camino tanto y tanto (y tanto) la idea de que las cosas están mal y que la siguiente pelea será la definitiva que nosotros mismos nos la compramos y aferramos a esa idea al punto que nos permitimos caer en tentación, sin librarnos del mal ni del amén, y oh maravilla ¡Habemus detonante!


Ojalá no les toque nunca llegar a este punto, y de ser así no me corresponde a mí decirles que hacer, les corresponde a ustedes hacer la dinámica completa y tomar sus propias decisiones, sólo les pido que no basen su juicio gobernadas únicamente por esta parte del ejercicio, identifiquen también aquello bueno por lo que vale la pena luchar y luchen de verdad, honestamente, por ustedes ojo, no por sus hijos, ésta es el tipo de situación en la que lo que vale es pensar en uno mismo y en lo que realmente queremos para nuestra vida, luchar no significa conformarse o aceptar lo inaceptable, luchar implica un esfuerzo y sacrificio por obtener algo mejor, algo ideal y nada que las disminuya en su esencia y valor podrá ser considerado como mejor.


Cada persona es distinta, cada relación por ende también lo es y posiblemente todos los ejemplos no encajen en nuestra historia pero sí en la de alguien más que ya pasó por esto, por eso les pido que vivan lo suficiente y conozcan personas y situaciones que les sumen, nunca me cansaré de decirlo, elijan bien al padre de sus hijos es posible que la mayor parte de su vida la pasen siendo madres y no se merecen una vida gris y de tensión constante que las prive de su tranquilidad y porque no, de la tan deseada felicidad.


Las ama, Papá.

Papá Chancleta

Mi nombre es Said Guerra, aunque hay quienes me llaman también por mi segundo nombre que es Jonathan, tengo 38 años.

Administrador de empresas de profesión, con un posgrado en gestión de procesos, además dirijo la gestión de Recursos Humanos en una empresa privada.

Tengo pasatiempos variados como: leer, escribir, ir al cine, al teatro, adoro los tatuajes, me gustan los perros y también los gatos, colecciono juguetes en miniatura y me apasionan las series como Game Of Thrones, The Walking Dead, The BlackList, etc.

Pero por sobre todas las cosas amo a mis hijas, mi vida gira en torno a ellas y lo disfruto casi casi demasiado.

Las chancletas son dos niñas hermosas, hijas de padres separados que se llevan o intentan casi siempre llevarse bien en beneficio propio pero en especial en beneficio de ellas.

Nuestros Amigos
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