42 años
42 años, 15,330 días, 367,920 horas y 22’075,200 minutos que siguen corriendo.
Soy hijo, hermano, padrino, tío, amigo, ex esposo, y sobretodo padre. Valentina y Luciana me mantienen vivo, cada respiración y cada latido llevan sus nombres. Son razones, son motivos, son luz, son esperanza.
Viví tiempos de guerra, terrorismo, inflación, autogolpe y como si no fuera suficiente, ahora también una pandemia.
He sido vendedor, almacenero, cobrador de combi, pollero, mozo, e incluso vendí anticuchos y ceviche como ambulante.
Civilmente he sido soltero, casado y ahora divorciado.
Tuve la fortuna de estudiar y aprender, de ser un profesional.
He vivido con abundancia, recesión, pobreza y ahora con lo justo y necesario.
Cumplí el sueño de ver a mi selección en un mundial, y además disfrutar la magia futbolística de Cueto, Maradona, Valderrama, Figo, Ronaldo, Zidane, Beckham, Pirlo, Messi y Cristiano.
He visitado el quirófano tres veces.
He viajado por casi todo el Perú y conocido varias ciudades en Sur y Centroamérica.
Fui un adolescente enamorado, un joven introvertido pero curioso, y un adulto inmaduro deseoso de coger color.
He amado con locura y con razón, legal e ilegalmente, con tempestad y con calma. Conocí al éxito y al fracaso; a la culpa y al perdón; a la alegría y la tristeza; al dolor y a la felicidad. He reído hasta llorar, y he llorado hasta quedarme dormido, cantado de alegría, bebido sin control, y bailado sin conciencia. He visto de cerca a la muerte, pero más cerca aún, he visto, oído, tocado y olido a la vida. No importa que cada noche se lleve un poco más de mi tiempo aquí, aún siguen llegando nuevos días repletos de oportunidad y decisiones por tomar. Hoy me siento feliz y orgulloso de estar donde estoy, y estar con quien estoy.
Al final, siempre que cierro los ojos y pienso en mi vida, cada recuerdo se transforma en un rostro que me confirma con total certeza, que aprender a vivir plenamente, siempre será la mejor decisión.
Vale, Lu… deseo que vivan tanto y tan plenamente como lo he hecho yo todo este tiempo.
¡Las ama indescriptiblemente, papá!
コメント