Ella o él
El siguiente relato jamás llegó a ser un post, aunque contiene los elementos necesarios para serlo, algo siempre me detenía al escribir sobre él, tal vez sea el hecho de que las veces que lo conté verbalmente recibí más críticas que apoyo, una vez incluso lo comenté en televisión nacional y el resultado fue cientos de inbox criticándome, insultándome y poniendo en tela de juicio mi capacidad como padre. Lo cierto es que, así no lo haya escrito hasta hoy, creo en verdad, que el amor real no tiene porqué tener prejuicios sociales, morales ni religiosos.
La historia fue así, un día tras muchos años viendo como Vale crecía y se iba sintiendo más segura con ella misma, más femenina e incluso más "atrevida" para confesar lo churro que le parecía tal chico, o lo guapaza que era tal chica, o viéndola tomarse fotos sintiéndose cada vez más linda y atractiva, de pronto me preguntó: - ¿Papi, qué pensarías si yo te dijera que me gusta alguien? - tragando un poco de saliva, y sintiendo un fueguito oscuro dentro mío, dibujé mi gesto más empático y le respondí: Pensaría que es normal amor, estás creciendo y eso no tiene nada de malo (por más que sintiese esas cositas dentro mío, en realidad creo con convicción que no tiene nada de malo), así que mientras respondía, en esa fracción de segundo, vi tras esa puerta de confianza abierta por Vale, la oportunidad para repreguntar: - ¿Amor, y ese alguien, es él o ella? - a lo que ella, inmediata y rotundamente contestó, es un él papi por favor, los chicos son más lindos, a veces tontos, pero más lindos... que pregunta rara la que me haces, no me imagino a ninguno de los papás de mis amigas preguntándoles algo así, tú y mi mamá son bien extraños. Nos reímos juntos un rato y le dije que me parecía una pregunta válida además de oportuna, y le recalqué aquello en lo que realmente creo: Su mamá y yo, las estamos criando para el mundo real, ese que está allá afuera esperándolas y mal haríamos poniéndonos, o peor aún poniéndoles una venda en los ojos, haciendo que vivan en una burbuja irreal que tarde o temprano se reventará.
El amor es amor, debe ser libre, sin distinción, no debe ser juzgado ni criticado por personas, grupos o instituciones cuyas ideas diferentes, deberían ser solo eso, diferentes, aunque igualmente respetables, hay que aprender a convivir e ir por la vida sin negar la realidad del mundo en que vivimos, más aún si anhelamos la felicidad, porque es imposible ser feliz en un lugar que no aceptamos.
PD: Quedo expuesto una vez más a la crítica, y no me importa.
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