El fuckin bikini a rayas
Este fin de semana largo las churras y yo nos vamos de campamento. Al ir a recogerlas corren a mi alcance, me saludan, me llenan de besos y cuando les pregunto si están listas me dicen al unísono: "Sí, pero tienes que comprarnos bikinis". El mío me queda chiquito -dice Luciana-, al mío se le soltó el elástico de la parte de abajo -indica Valentina-, está bien -les digo- sin saber la odisea que estaba por venir. Siendo las 11am de hoy jueves y con un sol de 27°salimos a comprar, las dos querían bikinis así que sus eternas diferencias no serían problema en esta ocasión, hasta ahí la situación pintaba sencilla, llegamos a la tienda y Vale sin dudarlo dijo: "Yo quiero ese de rayitas", los problemas empezaron cuando Luciana dijo a los segundos: "Qué coincidencia, yo también", Vale exigía preferencia por haber pedido primero, Luciana se desesperaba queriendo convencer a Vale de lo divertido de usar el mismo modelo, yo esperaba que lograran ponerse acuerdo pero fue inútil, no hubo humo blanco, Vale se impuso y Lu derrotada se alejó de nosotros triste y resentida...fue el momento en que me tocó intervenir, les di la opción de que se pusieran nuevamente de acuerdo pero no quisieron, les pedí poder dejarlo "a la moneda" y tampoco quisieron así que ante su indisposición para encontrar la solución por su cuenta les dije a cada una que eligiera el bikini que las hiciera felices y punto, Vale protestó pero terminó entendiendo que ambas tenían el mismo derecho de elegir, así que ambas se llevaron el bendito bikini a rayas en tallas 8 y 10. Llegamos a casa a las 12m acalorados, les pedí que se los probaran y apareció un nuevo contratiempo, a ambas les quedaba muy justo, exacto!, le pedí a Lu que se probara el bikini talla 10 de Vale y bingo, primer problema solucionado, miré a Vale y con los ojos le hice entender que tendríamos que volver a la tienda, puso cara de fastidio pues la idea de salir al calor nuevamente no era agradable, para suerte suya Yaz (mi hermana) se ofreció en ir a cambiarlo, la indicación de Vale fue precisa: "el mismo modelo tía, sólo que talla 12", ¿pero si no hay? -preguntó Yaz-, si no hay cámbialo por una talla para Zoe (su hija) -le dije yo-, ya luego iría con Vale a elegir otra que le guste. Para mi pesar, siendo poco más de la 1pm mi hermana volvió con la mala noticia: "en ese modelo, talla 12 no había". Me puse en pie, y acompañado por Vale y Yaz salimos en busca del bikini ideal al mercado más cercano: dos piezas, a rayas o color entero, talla 12, con la parte de arriba no muy chiquita...nada, no conseguimos nada!, sabiendo que no era un capricho sino que en realidad era un tema de tallas le ofrecí a Valentina ir yo solo a la tienda y buscar el mismo modelo que vio desde un principio pero en talla 12 y si no conseguía tendría que elegir entre las opciones que encontrara de la misma marca, aceptó y me pidió que por favor le enviara por whatsapp los modelos que hubiera para elegir. Muerto de calor y siendo ya casi las 4pm llegué a Plaza Vea Independencia, no había el fuckin bikini a rayas en talla 12, pero sí en otros modelos, tomé las fotos las envié por el celular y finalmente eligió uno, lo compré, llegué a casa 4:30pm, se lo probó, le quedó pintado, fue feliz y yo también. Cuando Nat y yo aún vivíamos juntos teníamos acuerdos establecidos para comprarnos ropa ya que nunca nos poníamos de acuerdo, creo que llegó el momento de reactivar dichos acuerdos pero ahora con mis hijas.
¿Las mujeres serán siempre tan complicadas para elegir ropa, así sean chiquitas?
PD1: El bikini lo lleva al paseo solo por si acaso se anima a entrar a la piscina pues está con gripe y no sabe si entrará. PD2: Adjunto imagen del fuckin bikini a rayas.
