Bichos raros
Nos sucede cada vez más seguido, la sociedad nos ve como bichos raros por la forma en que interactuamos, reconozco que común no es, pero al mismo tiempo siento que impresionante tampoco debería ser, los seres humanos crecemos físicamente de forma natural, no hay mayor esfuerzo que hacer; sin embargo, para evolucionar mentalmente se necesita trabajar, aplicarse, poner de nuestra parte, recomponernos y superar de la forma más positiva posible las circunstancias que la vida nos presenta.
Nos separamos sí, pero no por eso nos volvimos enemigos. Nos divorciamos sí, pero no por eso dejamos de estar relacionados. Dejamos de ser esposos sí, pero no por eso dejamos de ser padres. Rehicimos nuestras vidas sí, pero no por eso dejamos de ser familia.
Es alucinante ver el rostro de la gente cuando coincidimos en diferentes situaciones Nat y yo, aquí un par de ejemplos:
El vigilante de su casa, empezó viéndonos con duda, luego con curiosidad y ahora somos para él algo así como el geniograma que no le sale, pero quiere resolver como sea.
Me vio mil veces llegar con las chicas, subir a su depa, me vio otro par de veces bajar solo con Nat, en alguna ocasión nos vio subir a la camioneta del novio todos juntos con cara de interrogación cómo preguntándose ¿Por qué estos dos no se matan a golpes?, me vio llegar con mi novia el día del cumple de Vale y subir juntos al depa, para ese entonces sus ojos ya nada discretos buscaban desesperadamente una explicación, y no fue hasta que una mañana muy temprano nos vio llegar nuevamente con mi novia pero además con sus hijos cuando por fin se animó a preguntarme algo: ¿son sus hijos? -me dijo-, no, son de ella, las mías están arriba, -le respondí-, no sé si aclaré sus dudas o lo compliqué más, pero no tenía más que decirle.
En otra ocasión, en el cumpleaños de Lu para ser exacto, resultaba muy gracioso observar de reojo la cara de los invitados (no familiares) al vernos interactuar en mi depa a todos: Nat, su novio, su hija en común, Vale & Lu, mi novia, sus hijos, mi mamá, mis hermanos, mis primos y tías, mi ex suegra, los primos y tías de Nat y yo, todos juntos hablando de la vida, departiendo trago en mano, haciendo bromas sarcásticas, cambiando historias de crianza, anécdotas familiares…por más que intentaban ser discretos sus miradas eran de ¿JUATTTTTT?, hasta que llegó el momento cumbre, el HB y las fotos familiares finales TODOS JUNTOS, miradas incrédulas a más no poder, aquí no hubo San Martincito a quien adjudicarle el milagro, sólo estábamos nosotros con “tolerancia cero” contra los prejuicios y “vía libre” a favor de la apertura mental y porque no, también emocional, porque hay que ser honesto, sólo quien ama de verdad puede estar dispuesto a cambiar el que dirá la gente, por el que sentirán nuestras hijas, y porque las amamos es que estamos dispuestos a ir más allá de cualquier estereotipo social.
¿Por qué escribo de esto hoy? Porque esto, como todo lo que escribo en este blog, tiene relación con mi día a día o las situaciones que se nos presentan y en esta semana celebramos en el cole de las chancletas el DÍA DE LA FAMILIA y aunque cada una de ellas lo reconozca de un modo diferente según su personalidad, ambas finalmente coinciden y lo que es mejor, aceptan que nuestra familia aún sin ser tradicional sigue siendo una gran familia, una familia que se apoya, una familia que no abandona, una familia que se cuida, que se respeta, pero por sobre todas las cosas, una familia que acompaña, que logra hacerse feliz, y sólo por eso vale la pena ir por la vida rompiendo prejuicios y siendo bichos raros.
No se sorprendan si el día de la actuación central, nos ven a todos juntos.
