Feliz día de la madre... a ti!
Trataré de ser prudente, de no excederme, de sujetarme lo más posible a la mesura, y es que cuando se trata de hablar de ti pierdo toda noción sobre el equilibrio y la objetividad, empiezo a hablar y hablar sin saber el punto exacto donde debo parar, sin saber si dije de más o de menos, si cruzo los límites de lo justo y lo merecido, porque tú colorada das para eso y para más, siempre para mucho más.
He cometido errores en mi vida, pocos, muchos y demasiados, contigo especial y lamentablemente, pero también contigo he tenido aciertos, escasos, puntuales y esporádicos, el más grande de esos aciertos fue elegirte para ser la madre de mis hijas y es que no me cabe duda aunque suene a cliché que eres la mujer perfecta para ser madre de Vale y Lu, hoy mientras buscaba las fotos para este texto recordaba y recordaba cada momento de tu etapa de mamá, antes, durante y después de cada una de ellas, y todas las cosas que venían a mi mente estaban repletas de ese amor que siempre les has dado y estoy seguro siempre les darás, me quito el sombrero contigo porque siempre tuviste la fuerza, el despliegue, la velocidad, la pasión, la dedicación, el tiempo, la intensidad, la entereza, el cuidado, la paciencia, la firmeza para hacer todo por ellas y hacerlo bien.
Gracias por llegar a mi vida, por decidir formar parte de ella, por darme esas niñas hermosas, por amarlas como las amas, por cuidarlas como las cuidas, por mantener conmigo ese lazo cordial, respetuoso y considerado pese a ya no estar juntos, por jamás restar en la relación que tengo con ellas sino siempre sumar, gracias porque por ti y a través de ellas conocí la mejor o la única buena de mis facetas, gracias porque no sólo me hiciste padre, sino que me enseñaste a serlo, gracias porque mi más grande orgullo y mi más grande felicidad empezaron contigo.
Feliz día pecosa, feliz día colorada, feliz día Nat, feliz día Mamá Chancleta!