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Toda historia tiene dos lados...

Mis queridas y hermosas chancletas, tras mis largos y trajinados 38 años de vida he aprendido a veces a palos y a veces más duro que toda historia tiene dos partes, si quieren tener una visión más clara de la situación, procuren en lo posible oír ambas y luego de eso, utilizando su juicio, criterio, razonamiento y evidencias tomen sus propias decisiones, asumiendo claro está, las consecuencias de las mismas. A continuación, acerca del cuento de caperucita roja, la versión del lobo...

El bosque era mi hogar, yo vivía allí y me gustaba mucho así que siempre trataba de mantenerlo ordenado y limpio. Un día soleado, mientras estaba recogiendo basura dejada por unos turistas sentí pasos...Me escondí detrás de un árbol y vi venir una niña vestida en una forma muy extraña y divertida: toda de rojo y con su cabeza cubierta como si no quisiera que la vean, andaba feliz y de pronto comenzó a cortar las flores de mi hogar sin pedirme permiso, sin pedirle permiso a nadie, quizá ni se le ocurrió que estas flores no le pertenecían. Seguí mi instinto y me puse a investigar, le pregunté quien era, de dónde venía, a dónde iba… a lo que ella me contestó cantando y bailando que iba a casa de su abuelita con una canasta para el almuerzo. Me pareció una persona honesta, pero estaba en mi bosque cortando flores, de repente sin ningún remordimiento mató a un mosquito que volaba libremente, pues también el bosque era suyo; así que decidí darle una lección y enseñarle lo serio que es meterse en la casa de alguien sin anunciarse antes y comenzar a maltratar a sus habitantes. La dejé seguir su camino mientras me adelanté a la casa de su abuelita, cuando llegué me abrió la puerta una simpática viejecita a quien le expliqué la situación e inmediatamente estuvo de acuerdo en que su nieta merecía una lección entonces aceptó permanecer fuera de la vista hasta que yo la llamara y se escondió debajo de la cama. Cuando llegó la niña la invité a entrar al dormitorio donde yo estaba acostado vestido con la ropa de la abuelita, la niña llegó sonrojada y me dijo algo desagradable acerca de mis grandes orejas, me han insultado antes, así que traté de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran par oírla mejor. Ahora bien, me agradaba la niña y traté de prestarle atención, pero ella hizo otra observación insultante acerca de mis ojos saltones. Ustedes comprenderán que empecé a sentirme enojado, la niña tenía bonita apariencia pero empezaba a caerme antipática, sin embargo pensé que debía poner la otra mejilla y le dije que mis ojos me ayudaban para verla mejor... su siguiente insulto sí me encolerizo, siempre he tenido problemas con mis grandes y feos dientes y ella dijo algo realmente grosero, sé que debí haberme controlado pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole toda mi dentadura y diciéndole que eran así de grandes para comerla mejor... Ahora, piensen ustedes: ningún lobo puede comerse a una niña y menos de un solo bocado, todo el mundo lo sabe, pero esa niña empezó a correr por toda la habitación gritando y yo corría atrás de ella tratando de calmarla y como tenía puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr, me la quité pero fue mucho peor, la niña gritó aún más… De repente la puerta se abrió y apareció un leñador con un hacha enorme y afilada, lo miré y comprendí que corría peligro así que salté por la ventana y escapé. Me gustaría decirles que este es el final del cuento, pero desgraciadamente no es así, la abuelita jamás contó mi parte de la historia y no pasó mucho tiempo sin que se corriera la voz que yo era un lobo malo y peligroso, todo el mundo comenzó a evitarme, nunca sabré que le pasaría a esa niña antipática y vestida en forma tan rara, pero si les puedo decir que yo nunca pude contar mi versión hasta hoy, ahora ustedes ya lo saben!

Papá Chancleta

Mi nombre es Said Guerra, aunque hay quienes me llaman también por mi segundo nombre que es Jonathan, tengo 38 años.

Administrador de empresas de profesión, con un posgrado en gestión de procesos, además dirijo la gestión de Recursos Humanos en una empresa privada.

Tengo pasatiempos variados como: leer, escribir, ir al cine, al teatro, adoro los tatuajes, me gustan los perros y también los gatos, colecciono juguetes en miniatura y me apasionan las series como Game Of Thrones, The Walking Dead, The BlackList, etc.

Pero por sobre todas las cosas amo a mis hijas, mi vida gira en torno a ellas y lo disfruto casi casi demasiado.

Las chancletas son dos niñas hermosas, hijas de padres separados que se llevan o intentan casi siempre llevarse bien en beneficio propio pero en especial en beneficio de ellas.

Nuestros Amigos
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