¿Porqué Valentina se fue a vivir conmigo?
He tardado varios días en escribir este post, inicialmente porque mis borradores se perdieron junto con mi celular a inicios de la semana pasada y luego porque quise ir procesando correctamente la información que el entorno me brindaba al respecto de la noticia de #ValentinaChancleta y el hecho que se fuera a vivir conmigo. Lo primero que debo decir es que no, Vale no se fue conmigo de un momento a otro, ni debido a ningún conflicto, explosión o pleito con su mamá, tampoco pasó que se la quité o que exista una competencia por el amor de las chancletas donde se declare un ganador o un perdedor, no, aquí en nuestra vida chancletera 2.0 ganamos, o al menos buscamos ganar todos siempre, porque creemos primordial y prioritariamente en que el amor y cuidado de esas dos niñas es lo más importante del mundo para nosotros y por ende para ellas y porque además creo haber dado evidencias bastante sólidas de la buena relación que tenemos con su mamá, la cual beneficia íntegramente a las chancletas. El deseo de Vale de vivir conmigo no es reciente, viene de tiempo atrás y durante todos estos meses hemos tratado de manejar esa situación con el mayor tino posible, cuidando y observando a detalle como se van desarrollando las cosas, primero entre Valentina y cada uno de nosotros, luego entre Valentina y Luciana, después entre nosotros en sí y por último como sentíamos la situación cada uno individualmente, hemos revisado casos similares de familias o amigos cercanos, hemos consultado con especialistas, hemos conversado, discutido alturadamente, defendido nuestras emociones e ideas en algún momento, hemos oído y visto a Vale y Lu cada fin de semana, hemos barajado opciones, manejado alternativas diferentes, hemos sufrido y protestado cuando tocó, hemos abierto y cerrado muchas veces las mismas puertas, nos hemos oído a nosotros mismos, hemos analizado reacciones, supuesto escenarios a corto, mediano y largo plazo y en todos los casos siempre la prioridad fueron ellas sin perder de vista nuestra realidad. No sé si existan las almas gemelas, pero si existen seguro que su vínculo se parece mucho al vínculo que tenemos Vale y yo, nos gustan las mismas cosas, compartimos ideas, pasatiempos, modos de actuar, de reaccionar, nuestros caminos para enfrentar las cosas son casi siempre los mismos en fondo y forma, coincidimos en casi todo y por A o B motivo siempre nos buscamos, siempre disfrutamos plenamente de nuestra compañía, somos afines y nos morimos de amor el uno por el otro, es eso y sólo eso lo que yo entiendo genera su deseo de vivir conmigo, y su mamá finalmente lo sabe, entiende y respeta por eso es que aceptamos priorizar los deseos de Vale siendo cuidadosos, así le dimos forma y programamos las fechas y tiempos de esta mudanza. Vale vivirá un mes con cada uno, respetando adicionalmente la frecuencia de weekends que manejamos en la actualidad, de ese modo todos los fines de semana los pasará con Lu, sólo que algunos con mamá y otros con papá, los meses que le toque conmigo como ahora, irá al colegio a diario ida y vuelta en la misma movilidad que su hermana, almorazarán, harán tareas y pasarán la tarde juntas, saliendo de la oficina iré a buscarla, veremos un poco de tele con Lu, jugaremos y nos reíremos un poco los tres, luego nos despediremos de Luciana e iremos al depa, hablaremos un poco de todo, prepararé su cena, a veces veremos sus series, a veces noticias, leeremos juntos un libro, nos apachurraremos, dejaremos todo preparado para la mañana siguiente donde el despertador, desayuno, uniformes, lonchera y movilidad nos esperarán para torturarnos al amanecer. No fue fácil, no es fácil y seguro que nunca lo será, pero con amor, respeto y un buen par de padres que quieren lo mejor para sus hijas se puede, les juro que se puede...!!!
