Kufungisisa
Por años me sentí orgullosísimo de mi capacidad de #pensar mucho las cosas🧠, de analizarlas al detalle y de tratar de estar siempre un paso adelante de lo que podría pasar si hago o no, tal o cual cosa.
Existe un término especial para esta riesgosa práctica, su nombre es "Kufungisisa".
Sucede que la dichosa y complicada palabrita ésta, explica porque me paso muchas horas del día y en ocasiones también de la noche⏳, pensando en los #problemas de la vida actual, decisiones del pasado y lo que es peor, cosas que aún no suceden, pero ya mi cerebro se adelantó a considerar. Esto que hago y que consideraba una #fortaleza, termina siendo un arma de doble filo🗡️, pues en efecto puede ayudarnos a tener un panorama más claro de la situación, pero también existen estudios que afirman que aquello que nos hace sentir mal, no es lo que nos pasa, sino lo que pensamos sobre ello y como reaccionamos, generando estrés, ansiedad, depresión y otros bichos.😵🤧🤕
Bueno pues, yo hice del "Kufungisisa" mi manera de vivir, y como diría Tyler en una de sus mejores canciones, me la paso "livin' on te edge". Lo anecdótico de esto es que cuando no pensé tanto, fluí, quité el freno de manos, bajé mis murallas o simplemente me dejé llevar, el resultado tampoco fue precisamente bueno, me fui de narices contra paredes de concreto, y rasgué más de una vez mi corazón 💔, pero presten atención a lo que acabo de escribir, que ahí es justo donde se esconde el mensaje #importante de este texto, hablo del #RESULTADO, porque cuando no la pensé tanto, pese a TERMINAR mal, viví plenamente el inicio y mucho mejor el proceso, siendo #feliz de formas extraordinarias y que valieron por completo cada instante.
Así pues, los momentos más #felices de mi vida 😆 han sucedido sin pensarlo tanto, y con esto no les digo que vayan por la vida cual cabritas locas dando saltos por el monte, pero tampoco se priven de vivir, eso que dicen de la vida, que es sólo una y que pasa rápido, es absolutamente cierto.
Dato importante 📈: está científicamente comprobado que más del 80% de lo que pensamos y nos preocupa, nunca, pero nunca, llega a suceder.
